Los del interior de las provincias gallegas lo saben bien, sus cosechas son sagradas y se alimentan de ellas en cada temporada. Los hermanos Camiño, en su precioso terreno cerca de Carballedo, cuidan con mimo cada una de sus especies plantadas, conocen su suelo mejor que nadie y le prestan ayuda si lo consideran necesario. Saben que planta se da bien en cada uno de los rincones y si es necesario construyen pequeños invernaderos sencillos y versátiles para proteger las especies que lo necesiten. Lo tienen claro, el secreto del sabor está en el modo de cultivo.